Se acerca el momento de pensar en esos fines de semana libres que aprovechas para darte un baño de sol y de mar en la playa más cercana. Es hora de ir preparándonos para disfrutar de esos momentos de relax junto a la orilla de la playa.
Sabemos que la situación actual nos llena de dudas y que el ambiente se ha llenado de interrogantes. Por eso queremos ayudarte para que estes listo para disfrutar lo máximo posible de ese día tan esperado.
PROTEGE TU PIEL
Para mí, que tengo una piel tremendamente delicada, doy mucha prioridad a cuidarla muchísimo para no acabar como una gamba a la media hora y sufrir el resto de semana de las quemaduras, además de prevenir el envejecimiento prematuro y por supuesto el cáncer de piel. Así que os aconsejo que también lo sea para vosotros, cuida tu piel, sobre todo en las horas de máxima radiación. Para ello es muy importante que no falte protección solar en nuestra mochila.
Dependiendo de tu tipo y color de piel puedes usar un factor más o menos alto, pero independientemente del tono que tengas, no dejes de ponerte proteción. A nosotros nos encanta la marca Hawaiian Tropic, por su aroma, relación calidad-precio y su variedad de formatos y tipos. Yo siempre uso la bruma, por su textura y rápida absorción. No acabas pringada y con la arena pegada por todos sitios como la textura de la crema. Pero claro, para gustos los colores, y es lo bueno de esta marca, que tienes donde elegir.
QUE EL SOL NO NOS AGUE LA FIESTA
Por supuesto una buena sombrilla no puede faltar en nuestro día de playa, no exagero si digo que sin ella no podría aguantar mucho.
Pero hay muchas más opciones, con paneles laterales, de las que se enganchan en la silla, carpas, tipo tienda de campaña…
E igualmente también podremos enontrar mil accesorios para ella, nosotros nos hicimos con unos ganchitos para poder colgar cosas, un picho para poder hincarla ya sea en arena finita o en una playa de piedrecitas con más facilidad, y podemos encontrar incluso bases para que la sombrilla no salga volando como la que os enseño aquí.
Hay tantísimo donde elegir para resguardarnos en las horas fuertes del sol, y es que es muy importante recordar que nuestra piel nunca olvida y el sol es muy, pero que muy perjudicial.
RELAX EN LA ARENA
Una vez listos para tumbarnos al sol o a la sombra, tenemos la clásica toalla sobre la arena o buscar otras opciones. Una de ellas apareció hace unos años, este saco hinchable hace que la comodidad por fin pueda llegar hasta la playa, desde luego ese es su mayor ventaja, eso sí, hay que cogerle el truco para inflarlo.
Otra opción más rápida es colocar esta alfombra que evita que la arena se cuele por todas partes y poner las toallas encima, aunque me encanta la playa, soy algo tiquismiquis con la arena, así que esta opción me gusta bastante. No ocupa mucho espacio así que es perfecta para llevarla en la mochila. Lleva unas estacas que permiten fjarla al suelo, así que mantendrá la posición sin problema durante todo el día. Además es perfecta para comer sobre ella, porque es impermeable.
Y por supuesto, mi favorita. No ocupa mucho espacio, es muy cómoda y te permite tumbarte totalmente o reclinarte en varias posiciones. Si eres de los que prefiere estar sentado pero llevar una silla te parece mucho armatoste quizás deberías probar esta opción, aunque si es cierto que si quieres hacerte con una de estas esterillas no debes mirarte el bolsillo demasiado, porque la mayoría de ellas no soy muy cómodas y las que merecen la pena hacen que su precio suba. Pero definitivamente merece la pena, sobre todo si le vas a dar bastante uso.
PIES A SALVO
Si la playa a la que vas es de piedrecitas o rocas, no te dejes la planta de los pies en ellas con unas zapatillas de agua, incluso si la playa es de arena finita, evita ir de la sombrilla al agua quemándote los pies. El día que las descubrí se volvieron un indispensable para mi. Son muy muy cómodas y evitas esos pequeños inconvenientes que te cuento.
NEVERA PORTATIL
Y por supuesto, ahora que nos limitan el uso de colchonetas, palas y demás entretenimientos, que mejor que tomarse algo fresquito mientras leemos un buen libro o charlamos con nuestros acompañantes. Y para que nuestros refrescos o cervezas se mantengan en su punto, es totalmente necesario contar con la típica nevera de playa, no sabes lo importante que es hasta que un día se te rompe, nos pasó, y nos vimos buscando una nueva como locos para poder disfrutar de esa cervecita del mediodía que sabe muchísimo mejor bajo el sol abrasador. Es algo que te va a durar años y años, la nuestra la heredamos de mi padre, así que si o sí, hazte con una resistente. Yo prefiero las rígidas a las flexibles porque aguantan bastante mejor el frío.
Nosotros nos decidimos por una Polarbox, tienen un aire retro que mola mucho y las hay en diferentes colores, nos costó mucho decidirnos entre la amarilla o la verde agua (nos quedamos con la segunda) porque todas son preciosas. Tienen una capacidad de 20 litros, por lo que no es ni muy pequeña ni muy grande, además si le das la vuelta a la tapa hace de bandeja. Nosotros estamos encantados con la compra.
Con esta pequeña equipación, cualquiera puede echar un día de playa estupendo, ya solo queda añadir la toalla al macuto y poner rumbo a destino. ¿Nos cuentas que llevas tú a un día de playa?