Si hay una ciudad que tiene de todo y además te lo sirve en bandeja de plata, esa es Budapest. Esta joyita del Danubio (sí, joyita, porque es una preciosidad) mezcla historia, cultura y planes que te dejarán con la boca abierta. Desde sus termas donde te puedes dar un baño calentito en pleno invierno, hasta ese momento épico en el que cruzas el Puente de las Cadenas o te quedas boquiabierta con el Parlamento iluminado de noche. Prepárate, porque vas a enamorarte de la capital húngara.
En esta guía completa de Budapest te cuento todo lo que necesitas saber para organizar tu viaje: cómo llegar, cómo moverte, dónde dormir, qué platos tienes que probar sí o sí y, por supuesto, los lugares que no te puedes perder. Además, te dejo algunos consejillos para aprovechar el tiempo al máximo y hacer que tu visita sea un auténtico éxito. ¡Vamos al lío!
¿Por qué visitar Budapest?
Porque es una ciudad que tiene un poquito de todo y mucho de lo mejor. Budapest es una mezcla perfecta entre la historia y la modernidad, entre ese aire señorial de sus edificios y la energía cañera de sus bares en ruinas. Es una ciudad donde puedes empezar el día relajándote en unas termas históricas, seguir con una buena dosis de arquitectura que te hará disparar el carrete del móvil y terminar la noche con un crucero por el Danubio que te va a dejar sin palabras. Además, es asequible (especialmente si lo comparas con otras capitales europeas) y tiene una oferta gastronómica que te va a sorprender.
Cómo llegar a Budapest
Llegar a Budapest es fácil, rápido y, si lo miras con tiempo, muy barato. Aquí te dejo las opciones principales:
- En avión: La mayoría llegamos al Aeropuerto Internacional Ferenc Liszt (BUD). Está muy bien conectado con España gracias a aerolíneas como Ryanair, Wizz Air o Iberia Express. Desde Madrid y Barcelona hay vuelos directos, y si vives en otras ciudades como Valencia, Málaga o Alicante, también tienes opciones low cost.
- Desde el aeropuerto al centro:
- La opción más económica es el autobús, nada más salir del aeropuerto te vas a topar con el 100E, que cuesta casi 6€, nuestra recomendación es que cojas el 200E, es más económico (si compras el pase de transporte ya puedes usarlo en este bus cosa que no se puede hacer con el 100E) y tiene buena conexión con el resto de transporte público para llegar a tu hotel. Paran justo al lado el uno del otro.
- Si prefieres comodidad, los taxis (o servicios como Bolt) te llevarán al centro por un precio más alto, compruébalo a tu llegada. Consejo: pasa de los taxistas “espontáneos” y usa las apps para evitar sustos.
- Para grupos o viajes más cómodos, un transfer privado puede ser la mejor opción.
- En tren o autobús: Si vienes desde otras ciudades europeas cercanas como Viena, Praga o Bratislava, el tren o los autobuses de FlixBus son opciones muy económicas. Las estaciones principales de tren son Keleti y Nyugati.

¿Cuántos días necesito en Budapest?
La eterna pregunta: ¿cuántos días son suficientes para ver Budapest?
- 3 días son perfectos para ver lo más importante sin prisas:
- Día 1: Explora Buda, la zona más histórica: Castillo de Buda, Bastión de los Pescadores y Puente de las Cadenas.
- Día 2: Descubre Pest, la parte más animada: Parlamento, Basílica de San Esteban, Mercado Central y termas.
- Día 3: Dedica tiempo a rincones menos conocidos como el Barrio Judío, los bares en ruinas o un crucero nocturno.
- Si tienes más tiempo (4 o 5 días), aprovecha para:
- Probar otras termas menos turísticas como Rudas o Gellért.
- Visitar la isla Margarita, un pulmón verde perfecto para desconectar.
- Hacer alguna excursión cerca de Budapest, como el castillo de Visegrád o el pueblo de Szentendre.
¡Eso sí, prepárate para caminar, porque Budapest se recorre a pie!
Qué ver en Budapest: los imprescindibles que no te puedes perder
Si vas a Budapest, prepárate para alucinar con su mezcla de historia, arte y vistas espectaculares. Aquí tienes los lugares que sí o sí tienen que estar en tu itinerario. Coge papel y boli… ¡o mejor, guarda este post!
1. Parlamento de Budapest
Es, sin duda, el icono de la ciudad. Este edificio neogótico es tan espectacular por dentro como por fuera. ¿Sabías que tiene 691 salas? Yo tampoco sé quién las cuenta, pero oye, suena impresionante.
Consejo: Si te apetece visitarlo por dentro, te recomiendo que reserves con antelación porque las entradas vuelan. Y si no puedes, no pasa nada: verlo desde el paseo del Danubio o desde el otro lado del río ya es un espectáculo.
2. Bastión de los Pescadores
Es como un castillo de cuento en pleno Budapest. Este mirador tiene unas vistas increíbles del Parlamento y el Danubio. ¿Por qué se llama así? Pues porque, en la Edad Media, los pescadores eran los encargados de defender esta zona. Aunque hoy en día solo tendrás que defenderte de las ganas de hacerte mil fotos. Si vas temprano por la mañana, lo tendrás casi para ti.
3. Puente de las Cadenas
El más famoso de los puentes que conectan Buda y Pest. Aunque ahora lo vemos precioso e iluminado, cuando se construyó en 1849 fue toda una revolución tecnológica. El actual no es el original, ya que en la II Guerra Mundial los alemanes volaron los puentes de la ciudad para atrincherarse en la zona de Buda. Así que 100 años después de aquello se inauguró el que podemos ver hoy en día.

4. Termas Széchenyi
¿Un baño al aire libre en pleno invierno? En Budapest, sí, gracias a las termas Széchenyi. Es uno de los complejos termales más grandes de Europa, con piscinas exteriores que se mantienen a 38ºC incluso si fuera hace un frío que pela. Cuanto más frío haga fuera más agusto estarás en las piscinas exteriorores. En el interior encontrarás más piscinas, jacuzzis, baño turco, de sal, sauna… Creemos que vale cada céntimo y merece muchísimo la pena ir a estas termas.
5. Castillo de Buda
No te lo imagines como un castillo medieval con almenas, porque en realidad es un enorme palacio que domina toda la colina de Buda. Hoy en día alberga la Galería Nacional de Hungría y el Museo de Historia de Budapest, pero lo mejor son las vistas desde sus jardines.
Cómo llegar: Súbete al funicular si quieres una experiencia clásica aunque más costosa, en su lugar te recomendamos que subas por el ascensor o las escaleras mecánicas. Y por último te queda la opción de subir a pie para perder esas calorías que te meterás más tarde con un goulash.
6. Basílica de San Esteban
La iglesia más importante de Budapest y un sitio que no puedes perderte. Además de su arquitectura impresionante, puedes subir a la cúpula para tener unas vistas brutales de la ciudad.
¿Un dato raro? Aquí se conserva la mano derecha momificada de San Esteban, el primer rey de Hungría. Sí, una mano. Yo también me quedé a cuadros.

7. La Gran Sinagoga
Es la sinagoga más grande de Europa, y su diseño es simplemente impresionante. Dentro puedes visitar un museo que cuenta la historia de los judíos en Hungría, y fuera, el Árbol de la Vida, un memorial dedicado a las víctimas del Holocausto.
8. Mercado Central de Budapest
El paraíso de los amantes de la comida. Este mercado histórico tiene dos pisos: abajo están los puestos de frutas, verduras y embutidos (prueba el famoso salami húngaro), y arriba encontrarás souvenirs y puestecitos donde probar el lángos (esa especie de pizza frita que te va a dar la vida).
9. Los zapatos en el Danubio
Es un memorial muy sencillo pero súper emotivo. Está formado por 60 pares de zapatos de hierro colocados en la orilla del río en honor a las víctimas del Holocausto. Es un sitio que invita a reflexionar y recordar.

10. El Barrio Judío y sus bares en ruinas
Esta zona de Pest es un mix entre historia, arte urbano y vida nocturna. Pasea por sus calles llenas de grafitis, visita la sinagoga y, por la noche, métete en alguno de los bares en ruinas. El más famoso es Szimpla Kert, un sitio que parece un museo loco donde cada rincón tiene algo diferente.
11. Crucero por el Danubio
De día o de noche, navegar por el Danubio es una experiencia que no puedes dejar pasar. Si es de noche, prepárate para ver toda la ciudad iluminada. Lo mejor: sentarte con un vino húngaro en la mano mientras disfrutas del espectáculo.

Además de estos hay otros muchos sitios que ver en la capital húngara, te los dejamos muchos más en nuestra mini guía descargable para que puedas llevarla contigo durante tu viaje.
Dónde alojarse en Budapest
Elegir dónde dormir en Budapest es sencillo si sabes qué esperas de tu viaje. La ciudad se divide en Buda y Pest, y aunque están separadas por el Danubio, ambas partes tienen su encanto y opciones para todos los gustos y presupuestos. Aquí te cuento qué te ofrece cada zona y los pros y contras para ayudarte a decidir.
Alojarse en Pest
Pest es la parte más animada y céntrica de la ciudad. Es donde pasa “todo”: el bullicio, la vida nocturna, los restaurantes, el shopping y muchos de los principales atractivos turísticos, como la Basílica de San Esteban, el Parlamento y el Barrio Judío.
- Pros: Estás en el meollo, todo te queda cerca y el ambiente es de lo más animado, especialmente si disfrutas saliendo a cenar o tomarte algo. Además, es la zona con más opciones de transporte público y alojamiento, desde apartamentos económicos hasta hoteles boutique.
- Contras: Si prefieres zonas tranquilas para descansar, algunas áreas de Pest (especialmente cerca del Barrio Judío) pueden ser algo ruidosas, sobre todo por la noche.
Mejor zona de Pest para alojarse:
- El Barrio Judío, si te gustan los bares alternativos, el arte urbano y el ambiente joven.
- Alrededores de la Basílica de San Esteban, para estar céntrico y cerca de los principales monumentos, pero en una zona algo más elegante y tranquila.
- La avenida Andrássy, ideal si prefieres un entorno más señorial y te gustan los paseos tranquilos.
Alojarse en Buda
Buda es la parte histórica y tranquila de la ciudad. Aquí encontrarás colinas con vistas impresionantes, callejuelas empedradas y un ambiente mucho más relajado. Es la opción perfecta si prefieres despertarte en un lugar donde solo se escucha el silencio y te encanta estar rodeada de historia.
- Pros: La tranquilidad es total, y además tienes a mano el Castillo de Buda, el Bastión de los Pescadores y algunos miradores de escándalo. Es la mejor zona si viajas en pareja o simplemente quieres desconectar después de un día ajetreado recorriendo la ciudad.
- Contras: Es menos animada por la noche, y aunque está bien conectada con Pest gracias a los puentes y transporte público, te tocará cruzar el Danubio cada vez que quieras ir a cenar o explorar otras partes de la ciudad.
Mejor zona de Buda para alojarse:
- Los alrededores del Castillo de Buda, donde sentirás que estás en un auténtico cuento de hadas, con sus calles empedradas y vistas al Danubio.
¿Buda o Pest? La decisión final
- Elige Pest si quieres estar en el centro de todo, disfrutas de la vida urbana y te gusta moverte a pie o con facilidad en transporte público. Es ideal para estancias más cortas porque tendrás todo a mano.
- Elige Buda si prefieres tranquilidad, amaneceres en zonas históricas y no te importa depender un poco más del transporte para cruzar al otro lado del río.
Gastronomía en Budapest: ¡a comer se ha dicho!
La comida húngara es contundente, sabrosa y perfecta para días fríos. Aquí van algunos platos que tienes que probar sí o sí:
- Goulash (gulyás): Es el plato más famoso de Hungría, una especie de sopa de carne y verduras con un toque de pimentón. Perfecto para entrar en calor.
- Lángos: Una especie de torta frita que se sirve con ajo, crema agria y queso rallado. Si quieres subir el nivel, algunos llevan bacon o incluso versiones dulces.
- Paprikás csirke: Pollo con una salsa cremosa de pimentón, acompañado de nokedli (una pasta casera). Un básico que nunca falla.
- Kürtőskalács: Conocido como «chimenea dulce», es un postre hecho de masa enrollada que se hornea al momento y se espolvorea con canela, cacao o frutos secos.
- Tokaji: Un vino dulce típico húngaro que tienes que probar, aunque solo sea una copita para brindar.
- Palinka: El licor húngaro por excelencia: fuerte, aromático y perfecto para brindar como un auténtico local.

¿Dónde comer en Budapest?
Budapest es un paraíso para los amantes de la buena comida, con opciones para todos los gustos y presupuestos. Aquí tienes una lista con los mejores sitios según lo que te apetezca probar, desde clásicos húngaros hasta opciones sin gluten o veganas. ¡Prepárate para comer como nunca!
Comida húngara: precio bajo
Perfecto si quieres probar platos tradicionales sin dejarte un dineral.
- Blue Rose: Un lugar acogedor con comida casera y precios súper asequibles.
- Drum Café: Ambiente relajado y porciones generosas para un presupuesto ajustado.
Comida húngara: precio medio
Si buscas calidad a buen precio, estos son mis imprescindibles:
- Paprika: Platos abundantes y bien cocinados, ideales para compartir (o no).
- Menza: Estilo moderno y una carta variada. ¡El risotto de pato es obligatorio!
- Kőleves: Entre semana tienen un menú del día más económico. Perfecto para probar comida húngara con un toque moderno.
- Tulipano: Un clásico para disfrutar de un goulash auténtico.
- Pipa Étterem: Ambiente acogedor y platos tradicionales a buen precio.
Para probar el famoso lángos
El lángos, esa deliciosa torta frita, es un imprescindible en Budapest.
- Retro Lángos: La mejor opción para probarlo con todos los toppings que puedas imaginar.
Opciones sin gluten
Budapest no se olvida de quienes necesitan opciones sin gluten.
- Tibidabo Glutenmentes Pékség: Panadería especializada, ideal para llevar.
- Franziska Pest: Postres deliciosos y platos ligeros sin gluten.
- Bohém Tanya Glutenmentes Vendéglő: Un restaurante acogedor donde puedes comer sin preocupaciones.
Vegetariano y vegano
La ciudad también tiene opciones increíbles para vegetarianos y veganos.
- Kőleves: Sí, también es un buen lugar para vegetarianos con opciones muy sabrosas.
- Menza: Aunque es conocido por su comida húngara, también tiene platos vegetarianos deliciosos.
- Napfényes Restaurant and Confectionery: Una joya para los veganos, con opciones dulces y saladas.
Dónde comer en Buda
Si cruzas el Danubio, aquí van algunas opciones auténticas y económicas:
- Polo Pub Angol Söröző: Precios razonables y un ambiente perfecto para cenar tranquilo.
- Roma Ételbár: Cocina sencilla pero deliciosa, muy local.
- Ildikó Konyhája: Una joyita económica, muy, muy recomendable, es un sitio pequeñito así que en las horas puntas te tocará esperar sitio.
- Malos Giba Bistro: Para algo más completo sin que tu cartera sufra.
Las mejores cafeterías de Budapest
Budapest es una ciudad que sabe cómo tratar a los amantes del café y los dulces. Sus cafeterías no solo destacan por su calidad, sino también por su historia y decoración impresionante. Desde lugares elegantes hasta rincones con encanto, aquí tienes una selección de las mejores cafeterías que no te puedes perder:
- Café Gerbeaud: Un clásico histórico que lleva enamorando a locales y turistas desde el siglo XIX. Es el lugar ideal para probar pasteles tradicionales como el Dobos o el Gerbeaud slice, en un entorno elegante lleno de historia.
- Café Nueva York: Considerada una de las cafeterías más bonitas del mundo, entrar aquí es como adentrarse en un palacio. Con techos dorados y candelabros impresionantes, es el lugar perfecto para darte un capricho, tanto por su ambiente como por su café. Eso sí, prepara 12,50€ para un café con oro.
- Café Szolnay: Ubicado en el Hotel Corinthia, es otro rincón elegante donde disfrutar de un café acompañado de repostería fina. Perfecto si buscas un ambiente sofisticado sin la fama (y el bullicio) del Café Nueva York.
- Ruzwurm: Esta pequeña pastelería y cafetería es una joya escondida en el barrio del Castillo de Buda. Es famosa por su estilo más tradicional y su strudel, considerado uno de los mejores de la ciudad. Un lugar acogedor y con mucho encanto.
- Café Parisi: Aunque es más moderno que los anteriores, conserva el espíritu de las grandes cafeterías de Budapest. Es ideal para disfrutar de un café en un entorno relajado y chic.
Bares en ruinas: los imprescindibles de Budapest
Una de las experiencias más auténticas y divertidas de Budapest es salir de fiesta o simplemente tomarte algo en sus bares en ruinas. Estos lugares, ubicados en antiguos edificios semiabandonados, combinan decoración ecléctica, ambiente relajado y una vibra única que no encontrarás en ningún otro sitio. Aquí tienes una lista con los mejores:
- Szimpla Kert: El más famoso y el original de los bares en ruinas. Un imprescindible que parece un museo del caos: muebles reciclados, grafitis por todas partes y un ambiente que mezcla turistas y locales. Es perfecto tanto para tomar algo tranquilo como para disfrutar de la música en directo. Los domingos por la mañana hay un mercadillo de productos locales.

- Instant-Fogas: Este es el sitio para quienes quieren bailar hasta el amanecer. Más que un bar en ruinas, es un complejo con varias salas de música (pop, techno, rock…) y una decoración tan surrealista como genial. Si buscas marcha, este es tu lugar.
- Csendes Létterem: Un bar más tranquilo, pero con el encanto bohemio que caracteriza a los bares en ruinas. Aquí el ambiente es más relajado, perfecto para una charla entre amigos o una cita improvisada.
- Grandio Party Hostel: Un lugar que combina alojamiento y fiesta en un mismo espacio. Es el sitio perfecto para quienes quieren estar rodeados de viajeros de todo el mundo y disfrutar de un ambiente informal y divertido.
- The Grund: Aunque no es un bar en ruinas al uso, sigue teniendo un aire alternativo y relajado. Con una gran terraza al aire libre, es perfecto para las noches de verano o para descansar tras un día de turismo.
Con esta guía, no solo vas a conocer Budapest, ¡también vas a saborearla! ¿Lista para llenar tu maleta y tu estómago?
Budapest no es solo una ciudad, es una experiencia que te envuelve y te sorprende a cada paso. Desde sus aguas termales hasta sus miradores de cuento, pasando por su gastronomía que calienta el alma, aquí tienes todo lo que necesitas para que tu viaje sea inolvidable.
Si hay algo que tengo claro, es que Budapest no decepciona. Tanto si es tu primera vez como si repites, siempre encontrarás algo nuevo que descubrir, un rincón por explorar o un plato que probar.
Ahora te toca a ti: ¿qué es lo que más te llama de Budapest? Déjamelo en los comentarios o comparte este post con esa persona que necesita un viaje como este en su vida. ¡Nos leemos en la próxima aventura!