Viajar a China no es un viaje más. Es ese tipo de destinos que te obliga a planificar con cabeza, a tenerlo todo bajo control… y aun así dejar espacio para la improvisación, porque siempre pasa algo. Nosotros lo vivimos en primera persona: una maleta perdida o un tren cancelado. Pero te adelantamos algo: merece totalmente la pena.
China es enorme, diversa y muy diferente a cualquier otro país. Si estás pensando en recorrerla, aquí te contamos cómo organizar un viaje a China paso a paso, basados en nuestra propia experiencia de septiembre de 2025.
Cuándo viajar a China
La elección de las fechas es clave. Nosotros fuimos en septiembre y, aunque el tiempo fue bueno, todavía hacía bastante calor en muchas zonas. El verano (junio a agosto) puede ser agobiante, con temperaturas muy altas y humedad, especialmente en ciudades como Pekín, Shanghái o Chengdú. Si puedes, evita los meses de verano.
La mejor época es en primavera (abril y mayo) o en otoño (finales de septiembre y octubre). El clima es más suave y hay menos aglomeraciones. Ten en cuenta también las festividades chinas, como la Semana Dorada (principios de octubre), cuando millones de chinos se mueven por el país y todo se dispara: precios, colas y disponibilidad. Lo hemos vivido en primera persona y las ciudades más grandes acaban siendo un caos lleno de gente, policía y lo peor de todo una reorganización completa de la ciudad y cortes de calles que te obligan a andar el doble o te hace imposible coger un Didi. Y aunque acabas haciendo todo lo que tenías planeado, se hace mucho más incómodo que si fuera un día normal.
Cuánto tiempo necesitas y cómo organizar la ruta
China es inmensa, y querer verlo todo en un solo viaje es imposible. Lo ideal es centrarse en una ruta coherente según los días disponibles.
Para un primer viaje, te recomendamos entre 15 y 20 días, combinando grandes ciudades con zonas históricas. Una ruta clásica puede incluir Pekín, Xi’an, Shanghái y una visita a las montañas de Avatar en Zhangjiajie, pero si te apetece algo más moderno, Hong Kong y Macao son paradas espectaculares.
Nosotros decidimos empezar por Hong Kong, seguir hacia Shanghái y terminar en Pekín después de visitar Zhangjiajie, Furong, Fenghuang y Chongqing. En China los desplazamientos son largos, por lo que valora si un trayecto concreto merece más la pena hacerlo en tren o avión. Nosotros usamos las dos opciones para ir moviéndonos entre ciudades y aprovechamos el tiempo al máximo. Lo que si te aconsejamos muchísimo es organizarte para que tu vuelo de llegada sea en una ciudad y el de salida en otra, para aprovechar más tu viaje. En nuestro caso llegamos a Hong Kong y volvimos a casa desde Pekín.
Requisitos de entrada y visado (actualizado 2025)
Una de las mejores noticias de 2025 es que los españoles no necesitamos visado para estancias de hasta 30 días en China (válido hasta el 31 de diciembre de 2025). Solo necesitas pasaporte con al menos seis meses de validez y justificar que tu viaje es por turismo, negocios o visita a familiares.
Si tu estancia fuera más larga o por motivos de trabajo o estudios, entonces sí tendrás que tramitar el visado tipo L. Pero para un viaje turístico estándar, basta con llegar y pasar el control de inmigración. En el avión te repartirán un papel que tendrás que rellenar y entregar al pasar inmigración.
Vuelos y maletas: cómo sobrevivir a las escalas
China está muy lejos, y es posible que tengas que hacer una escala. En la nuestra, entre Pekín y Hong Kong, nos perdieron la maleta. Por suerte, todo se resolvió rápido: fuimos al mostrador de incidencias justo en la zona de recogida de equipajes, nos atendieron con un inglés regulero y nos dijeron que la maleta llegaría en el siguiente vuelo, nos dieron la opción de esperarla o que nos la enviaran al hotel, como no estábamos seguros de cuanto tardaría en llegar al hotel decidimos esperar.
Tardó unas horas, pero llegó, y la compañía nos dio una pequeña compensación económica que cubrió la comida que hicimos en el aeropuerto y el Uber hasta el hotel. Lo importante aquí es mantener la calma y guardar siempre los resguardos del equipaje, yo además siempre incluyo dentro de la maleta un papel con mis datos además de la típica etiqueta por fuera y le hago una foto antes de facturarla para que puedan identificara rápido. En China, suelen ser bastante eficientes con estos temas.
Consejo, si decides esperar la maleta no salgas de la zona de recogida de maletas, si no ya no podrás volver a cruzar el control para ir a recogerla. Nosotros salimos de allí porque no nos entendimos muy bien con quién nos atendió (aquí es donde descubres que realmente su inglés es casi nulo y el traductor traduce regulinchi) y para ir a recogerla tuvimos que dar muchas vueltas hasta que conseguimos que una persona saliera a buscarnos a facturación y nos llevara con la maleta.
Cómo moverse por China: trenes, vuelos y apps
Moverse por China es fácil si sabes cómo hacerlo. Los trenes bala son una pasada: cómodos y puntuales. Pero, como todo en China, hay que reservar con antelación, 15 días en concreto. Nosotros usamos Trip.com, una app que funciona genial para billetes de tren y vuelos. Con trip accedes a una prereserva 60 días antes y ellos se encargan de todo, tu solo marcas tu opción u opciones de tren (clase, horario…), puedes elegir varias por si la primera se agota y ellos te avisan cuando tengan tus billetes.
Un día, uno de nuestros trenes fue cancelado de repente. Fuimos directamente a la ventanilla, compramos otro billete y más tarde Trip nos reembolsó el importe del anterior sin problema. La clave está en llevar siempre margen en el horario por si pasa algo así.
Dentro de las ciudades, las apps como DiDi (el “Uber chino”) funcionan bien, te la recomendamos al 100%, y los taxis son seguros. Solo asegúrate de tener la dirección escrita en chino si decides coger un taxi para enseñar al conductor, porque la mayoría no habla inglés.
Alojamientos y reservas
En China hay muchísima oferta de alojamiento, desde hoteles modernos a pequeños guesthouses con encanto. Nosotros hicimos todas las reservas a través de Booking y Trip.com y funcionó genial… hasta que una noche nos cancelaron un hotel el mismo día de llegada.
Estábamos a punto de coger un vuelo a Shanghái que aterrizaba a las 22:00 y de repente nos quedamos sin alojamiento. Lo importante en estos casos es no entrar en pánico: buscamos rápido otra opción y, aunque era algo más cara, resultó ser mucho mejor que la original. Trip nos hizo el reembolso completo del hotel cancelado.
Nuestro consejo: ten siempre una alternativa en mente o guarda un par de opciones cerca por si ocurre algo así.
Dinero y pagos
El dinero en China ya casi no se usa en efectivo. Todo se paga con Alipay o WeChat Pay, incluso en los sitios más pequeños. Antes era complicado usar estas apps sin una cuenta bancaria china, pero ahora puedes vincular tu tarjeta extranjera directamente.
Nosotros usamos ambos y fue comodísimo. En ningún momento necesitamos usar efectivo en China Continental.
Pero si hablamos de Hong Kong y Macao la cosa cambia, estas apps no funcionan. Aquí si te recomendamos llevar algo de efectivo, nos pasó que el bus de Macao no soportaba nuestra tarjeta y solo podíamos pagar en efectivo. Para el resto (metro, ferry, tiendas, entradas…) puedes pagar con tarjeta, nosotros te recomendamos Revolut y N26 y no solo para este destino, si no para cualquier viaje al extranjero, son una maravilla.
Internet, teléfono y VPN
Uno de los grandes quebraderos de cabeza al viajar a China es el internet. Google, WhatsApp, Instagram o Gmail no funcionan sin VPN. Nuestra solución fue contratar una eSIM de Holafly antes del viaje. Te llega al correo, la activas en dos minutos y te olvidas de todo. Si haces tu compra a través de este enlace puedes beneficiarte de un 5% de descuento.
La conexión fue rápida, estable y sin necesidad de andar buscando tiendas locales. Holafly también incluye datos ilimitados en muchos planes y soporte en español, así que es lo que recomendamos sin dudar, además con ella te olvidas de comprar una VPN a parte porque ya la trae incluida. En nuestro caso solo nos falló TikTok, el resto de apps funcionaban sin problema.
Costumbres y cosas que sorprenden
China te descoloca en el mejor sentido. Desde la comida hasta la forma de comunicarse, todo es diferente. La gente es curiosa y muy directa, prepárate para ser el foco de todas las miradas y que de la nada veas como sin disimular ni un poquito empiezan a hacerte fotos o incluso se acerquen a pedirte una foto con ellos.
En los restaurantes la mayoría de las veces no hay carta en inglés, pero casi siempre puedes señalar fotos o usar el traductor del móvil, aunque en ocasiones la traducción sea bastante rara.
Otra cosa que llama la atención son los baños… bueno, los baños chinos merecen capítulo aparte: algunos son limpios y relucientes, otros, todo lo contrario. Lleva siempre papel y toallitas, y listo.
Y sobre todo prepárate para verlos escupir en cualquier sitio, incluso en metro. Para ellos es algo normal aunque a nosotros nos parezca de lo menos higiénico y bastante desagradable.
Qué aprendimos y algunos consejos
Viajar por China nos enseñó que por mucho que planifiques, siempre habrá algo que se salga del guión. Lo importante es mantener la calma y adaptarse. Las apps fallan, los trenes se cancelan, las maletas se pierden… pero también hay soluciones rápidas, gente dispuesta a ayudar y momentos únicos que solo vivirás allí.
China no es un destino para improvisar del todo, pero tampoco para seguirlo todo al pie de la letra. Es un viaje que te cambia la forma de ver el mundo: los contrastes, la modernidad, la historia milenaria… todo te deja con ganas de más.
Nosotros ya estamos pensando en volver, porque China engancha.
Y en el próximo post de esta serie te contaremos cómo moverte por el país sin morir en el intento, con todos los trucos para entender trenes, apps y transporte urbano.
¿Listo para tu aventura por China? Empieza a organizarla con calma, lleva la mente abierta y prepárate para disfrutar de un país que no se parece a ningún otro.
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