África, Egipto

Pirámides de Guiza: guía práctica para tu visita

Ver las pirámides de Egipto era uno de esos sueños viajeros que tenía mi lista… y por fin pude cumplirlo. A pesar del calor, del caos del tráfico y de algún que otro momento surrealista, visitar las Pirámides de Guiza fue una de las experiencias más impactantes de mi viaje a Egipto.

En este post te cuento cómo es la visita, qué incluye la entrada, cómo llegar, qué llevar, y mis consejos personales para disfrutar del lugar sin morir en el intento. Además, te adelanto algo: las fotos no hacen justicia. Verlas en persona, con sus bloques de piedra gigantes, su historia milenaria y ese aire de misterio, es una pasada. Pero también hay cosas que nadie te cuenta y que es mejor saber antes de ir.

Así que si estás planeando un viaje a Egipto y quieres saber cómo visitar las Pirámides de Guiza, qué ver, si merece la pena entrar en alguna o cómo evitar agobios innecesarios, sigue leyendo porque este post te va a ahorrar unos cuantos quebraderos de cabeza.

Cómo llegar a las Pirámides de Guiza (y no morir en el intento)

Aunque parezca que están “a las afueras de El Cairo”, las Pirámides de Guiza están prácticamente pegadas a la ciudad. De hecho, si te asomas desde algunos edificios altos… ¡se ven entre el caos urbano! Pero ojo, llegar no es tan idílico como suena.

Por libre (Uber o taxi)

La forma más cómoda si no vas en tour. Desde el centro de El Cairo, en Uber tardas unos 30-40 minutos dependiendo del tráfico (que, por cierto, es un caos total). Asegúrate de poner “Giza Pyramids Ticket Office” como destino en la app para que te deje en la entrada correcta.

Tour organizado

Una opción muy popular si no te quieres complicar. Suelen incluir transporte, guía, entrada y a veces paseo en camello (no siempre recomendable, ya hablaremos de eso). Si vas con agencia, pregunta si incluye la entrada a la pirámide de Keops (no todas la incluyen).

¿Y el paseo en camello?

Lo verás en todas partes, y aunque las fotos quedan de postal… ojo con los timos y el maltrato animal. Si decides hacerlo, acuerda bien el precio antes de subirte y que te confirmen si es por distancia o por tiempo (hay mucha trampa con eso). Personalmente, yo no lo recomiendo.

Entradas, precios y horarios para visitar las Pirámides de Guiza

Visitar las Pirámides de Egipto no es solo llegar y hacer fotos: hay varios tipos de entrada, precios diferentes y horarios a tener en cuenta para no llevarte ninguna sorpresa.

¿Dónde se compran las entradas?

Puedes comprarlas directamente en la taquilla del recinto, justo en la entrada principal, o de forma anticipada online a través de la web oficial del Ministerio de Turismo de Egipto o plataformas como egymonuments.com.

Precios (2025 – orientativos)

EntradaPrecio en EGPPrecio en euros aprox.
Entrada general al recinto540 EGP~10-11 €
Entrada a la Gran Pirámide de Keops600 EGP~11-12 €
Entrada a la Pirámide de Kefrén100 EGP~2 €
Entrada al Museo del Barco Solar100 EGP~2 €
Estudiante (con carnet ISIC)50% de descuento en todo

La entrada general te permite caminar por todo el recinto y ver las pirámides desde fuera, además de acercarte a la Esfinge.

Si quieres entrar dentro de las pirámides, necesitas pagar una entrada aparte (¡y ojo, que es bastante claustrofóbico!).

Horarios

El recinto abre todos los días, incluyendo festivos:

  • Horario de verano (abril a septiembre): de 7:00 a 18:00
  • Horario de invierno (octubre a marzo): de 8:00 a 17:00

Recomendación: ve lo más temprano posible. A primera hora hace menos calor, hay menos gente y puedes disfrutar más de la visita (además de sacar mejores fotos sin solazo ni sombras duras).

Qué ver en el recinto de las Pirámides de Guiza

Cuando piensas en las Pirámides de Egipto, probablemente te venga a la cabeza una sola imagen: la gran pirámide de Keops. Pero la meseta de Guiza es mucho más que eso. Aquí te cuento todo lo que puedes ver, lo que merece la pena y lo que puedes saltarte si vas justa de tiempo o energía.

🏜️ La Gran Pirámide de Keops

Es la más grande y antigua de las tres, y la única de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo que sigue en pie. Fue construida alrededor del 2570 a.C. y tiene unos 138 metros de altura (aunque originalmente medía 146). Su estructura está formada por más de 2 millones de bloques de piedra.

Puedes entrar, pero ya te adelanto que no es para todo el mundo. El interior está vacío, no hay jeroglíficos ni decoración, solo un largo pasillo en pendiente y bastante estrecho, donde vas medio agachada, cruzándote con gente que viene de frente. Al final llegas a la cámara funeraria, que está completamente vacía. Muchísimo calor y poco espacio. Interesante por la experiencia, pero no imprescindible si sufres de claustrofobia, calor o si simplemente no te apetece un subidón de esfuerzo para ver una sala vacía.

La Pirámide de Kefrén

Justo al lado de la de Keops, es la segunda más grande. Visualmente parece más alta porque aún conserva parte del recubrimiento original en la cúspide. No se puede entrar siempre, ya que van alternando las visitas interiores entre ella y Micerinos para evitar su deterioro. El interior es similar al de Keops: cámaras vacías y pasillos inclinados.

La Pirámide de Micerinos

La más pequeña de las tres principales. Se puede visitar en determinados días. Tiene menos aglomeraciones y el recorrido es más corto, así que puede ser una alternativa más cómoda si te hace ilusión entrar en una.

La Esfinge

Uno de los iconos más fotografiados de Egipto. Tiene cuerpo de león y rostro humano (se cree que es el faraón Kefrén), y se encuentra un poco más alejada de las pirámides, pero dentro del mismo recinto. ¡Ojo! No se puede acceder justo delante de ella, solo se ve desde un mirador con bastante distancia y tropecientos turistas como tu intentando hacerse una foto.

Las pirámides secundarias y tumbas

Alrededor de Keops y Micerinos hay otras pirámides más pequeñas, construidas para reinas o familiares. También hay mastabas (tumbas antiguas) que se pueden visitar y que sí contienen inscripciones y relieves mucho más interesantes que el interior de las grandes pirámides.

El mirador panorámico del desierto

Desde este punto más alejado se obtiene la típica foto con las tres pirámides alineadas. Suele haber muchos camellos esperando para que te hagas la foto “de postal”, pero cuidado con las estafas: acuerda el precio antes de subirte a uno, aunque nosotros siempre te recomendaremos que no lo hagas, la situación de estos animales es bastante penosa, no contribuyas a su explotación.

Curiosidades de las Pirámides de Guiza

  • Están perfectamente alineadas: Las tres pirámides principales están orientadas con una precisión milimétrica hacia los puntos cardinales. Se desconoce exactamente cómo lograron tal exactitud sin tecnología moderna.
  • Construcción misteriosa: A día de hoy no se sabe con certeza cómo se construyeron. Hay muchas teorías, desde rampas hasta técnicas que aún no comprendemos del todo.
  • La Gran Pirámide fue la más alta del mundo durante 3.800 años: Hasta que se construyó la catedral de Lincoln en Inglaterra en el siglo XIV, ningún edificio fue más alto que Keops.
  • El recubrimiento original era de piedra caliza blanca: Brillaba con la luz del sol y debía ser deslumbrante. Con el paso del tiempo, los terremotos y el saqueo de piedras para otras construcciones, ese revestimiento desapareció.
  • La cámara del rey y la del caos: En el interior de Keops hay tres cámaras: la inferior, la de la Reina (aunque no se usó para ninguna reina) y la del Rey. La sensación al recorrer los túneles es bastante intensa.
  • La Esfinge sigue siendo un enigma: Se desconoce su fecha exacta de construcción y tampoco está claro si su rostro es realmente el de Kefrén. Además, originalmente estaba pintada de colores.
  • Napoleón y la nariz de la Esfinge: Se suele culpar a Napoleón de haberla destruido, pero hay dibujos anteriores donde ya aparece sin nariz. La teoría más aceptada es que fue destrozada en el siglo XV por fanáticos religiosos.

¿Y el espectáculo nocturno? Spoiler: no te pierdes nada

Hay un show de luz y sonido que se proyecta cada noche en la zona de las pirámides, y aunque suena prometedor… la realidad es otra historia. Yo lo vi desde la terraza de un restaurante mientras cenaba, y sinceramente, ni me llamó la atención.

Las proyecciones se hacen en una pared que queda lejos y mal iluminada, el audio apenas se escucha (salvo que estés dentro del recinto y bastante cerca) y las pirámides no es que se iluminen de forma épica: solo se tiñen de un tono violeta o azul muy suave, y de forma puntual. Nada espectacular, ni inmersivo, ni emocionante.

Mi consejo: no gastes dinero ni energías en esto, especialmente si ya has tenido un día largo de visitas. Es mucho mejor buscar un sitio agradable para cenar con vistas a las pirámides y simplemente disfrutar del ambiente.

Consejos para tu visita

  • Lleva agua: Parece obvio, pero el calor y la sequedad del ambiente hacen que te deshidrates rápido. Bebe aunque no tengas sed.
  • Protégete del sol: Gafas de sol, sombrero o gorra, crema solar… no es negociable.
  • Calzado cómodo: Hay muchas zonas de arena, piedras sueltas y subidas y bajadas. Lleva deportivas o sandalias cerradas con sujeción.
  • Evita comer demasiado antes si vas a entrar a una pirámide: El calor, el agobio y los espacios cerrados pueden revolverte el estómago.
  • Ve temprano o a última hora: Para evitar tanto el calor como las hordas de gente. Las excursiones en grupo suelen llegar a media mañana.
  • Baños antes de entrar: Dentro del recinto hay pocos baños y no siempre en buen estado. Asegúrate de ir antes si vas a entrar en una pirámide.
  • Cuidado con los vendedores insistentes: En la zona del mirador y la Esfinge especialmente. Suelen usar tácticas agresivas o engañosas para que compres algo o te hagas una foto.
  • No esperes encontrar jeroglíficos dentro: Las cámaras funerarias están completamente vacías. La decoración más interesante está en otras tumbas o en museos.

¿Merece la pena visitar las Pirámides?

Las Pirámides de Guiza son ese sitio que hay que ver al menos una vez en la vida, aunque salgas de allí medio asado, empolvado hasta las cejas y con un “no, gracias” ya automatizado para los vendedores.

A mí, a pesar del caos, del calor y de lo decepcionante que fue entrar en Keops, me pareció una experiencia brutal. Te plantas ahí delante y piensas: ¿pero cómo narices levantaron esto hace 4.500 años? Y entonces todo el trajín del día cobra sentido.

Eso sí, vete con expectativas realistas, prepárate para el calor y el mogollón… y simplemente disfruta de estar frente a una de las maravillas más icónicas del mundo. No es una visita cómoda, pero sí es una de esas que no se olvidan.

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